Un tatuaje no termina cuando se apaga la máquina. Ese primer trazo que se graba en tu piel comienza un proceso más profundo: el de cuidar lo que ahora forma parte de ti. La tinta se asienta, la piel se adapta, y tu cuerpo transforma una herida en arte.
En El Vacío Tattoo Studio creemos que el cuidado post-tatuaje es un ritual, una forma de respeto hacia la obra y hacia ti. Si acabas de tatuarte o estás por hacerlo, esta guía está pensada para ayudarte a proteger esa historia que ahora llevas contigo.
Las primeras 24 horas: el inicio de todo
Las primeras horas son decisivas. Tras finalizar tu sesión, cubrimos la zona con un film protector que deberás mantener entre 2 y 4 horas. Es una barrera temporal: protege, pero no debe asfixiar.
Al retirarlo, lávate las manos a conciencia. Limpia la zona tatuada con agua templada y un jabón neutro, sin perfumes ni colorantes. Seca con papel absorbente, a pequeños toques, sin frotar. Luego, deja que la piel respire al natural unos minutos antes de aplicar una capa muy fina de crema cicatrizante específica para tatuajes.
Tu rutina diaria de cuidado (10 a 15 días)
Este es tu nuevo ritual. Durante los primeros días, repite el proceso de limpieza y aplicación de crema entre 2 y 3 veces al día. Sé constante, pero no obsesivo. Usa siempre productos recomendados: nada de cremas con alcohol, perfumes, vaselinas o aceites pesados.
Evita tocarte el tatuaje sin lavarte las manos, no uses toallas que ya hayas usado y no retires costras, por muy tentador que sea. Recuerda: cada punto, cada línea, cada sombra… está asentándose.
Lo que nunca deberías hacer
Estas son las cinco cosas que pueden arruinar un tatuaje, incluso uno perfectamente ejecutado:
- Exponerlo al sol directo o rayos UVA
- Bañarte en el mar, piscinas o jacuzzis
- Usar ropa ajustada que roce la zona tatuada
- Aplicar productos no indicados o caseros
- Rascar, frotar o arrancar costras
Tu tatuaje es una obra en proceso. Trátalo como tal.
Después de la cicatrización… sigue el cuidado
Pasadas unas tres semanas, notarás que la piel ha cerrado. Pero no significa que el proceso haya terminado. El cuidado a largo plazo es lo que preserva el color, el contraste y la definición.
A partir de este punto, hidrata tu piel con regularidad y protege el tatuaje del sol con bloqueador solar (mínimo SPF 50). Un buen tatuaje puede durar para siempre… si tú lo cuidas con intención.
Estamos aquí para guiarte
Cada tatuaje que hacemos es también una responsabilidad que asumimos contigo. Si tienes dudas, molestias o simplemente necesitas confirmación de que todo va bien, puedes escribirnos. Preferimos prevenir antes que corregir.
Queremos que cada trazo que hicimos siga hablando claro con el tiempo. Y eso, depende de cómo lo cuides.
¿Te tatuaste con nosotros? ¿Estás por hacerlo?
Aquí empieza tu cuidado.